Ramiro Fernández Alonso nació en un pueblo de nombre San Miguel de Nembra perteneciente al Concejo de Aller, en Asturias, el año 1945. Eran tiempos en los que la mina más que un trabajo resultaba una tradición ya que ser hijo de minero obligaba a serlo y Ramiro, el último de siete hermanos, cumplía ese requisito. En el caso de que no resultaras apto para el trabajo de la mina, siempre existía una segunda opción: el sacerdocio.
Con un futuro más o menos previsto, fue educado por sus padres bajo los valores que consideraban que toda persona de bien debía tener: honradez, esfuerzo, tesón y bondad.